martes, 31 de marzo de 2009

Metadiálogo con las Inferencias


Primer escalón, Cuando entré estabas ahí como siempre, con tu libro en la mano, levantaste la vista y me miraste con indiferencia. Tu boca se levantó con una mueca irónica.
Segundo escalón, Tu gesto me indicó que te molestaba verme ahí, tu cuerpo se puso rígido y te quedaste mirándome como diciendo cuanto rato más me estarás observando.
Tercer escalón, Tú siempre me haces sentir que te molesto, me indigna esa mirada fija tuya que me dice que me apure, que quieres volver a tu lectura, es tan importante para ti que el mundo deja de existir y ya no me vez.
Cuarto escalón, Ese maldito silencio, siempre prefieres estar sola, aislarte, me rechazas una y otra vez, supongo que no soy lo suficientemente entretenido para ti.
Quinto escalón, Tú ya no me amas, nunca deseas estar conmigo.
Sexto escalón, No se que hacemos juntos, esto no es vida.
Séptimo escalón, Esta situación es insostenible, me doy la vuelta y salgo dando un golpe a la puerta.

Primer escalón, Te vi entrar y me sorprendí al verte ahí, te miré y te sonreí.
Segundo escalón, Me incorporé un poco para verte mejor y me quedé viéndote esperando que me dijeras algo.
Tercer escalón, Me sorprende tu capacidad de permanecer junto a mí observándome, sin decir nada, me siento muy querida y en esos momentos no me canso de verte.
Cuarto escalón, Cada vez que estas ahí, mirándome tan atento, siento que nuestros corazones se comunican en silencio y me gusta permanecer así en paz, sólo estando, sin decir nada.
Quinto escalón, Te amo, me gusta mucho estar tan conectada a ti.
Sexto escalón Soy muy feliz, no hay ningún otro lugar donde desearía estar.
Séptimo escalón, Nuestro amor es mágico, me hace ir a un lugar del que vuelvo solo cuando siento el golpe de la puerta que me recuerda lo fuerte que es nuestro amor.

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